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AUTOR/ES: Jaime Ruiz-Tovar, Miguel Gras
INSTITUCIÓN: Hospital Ramón y Cajal (Madrid)
INTRODUCCIÓN
El abordaje unilateral en la cirugía del adenoma solitario de paratiroides está ampliamente aceptado por sus ventajas
estéticas y ser un procedimiento mínimamente invasivo.
Sin embargo, cuando la glándula patológica no es fácilmente detectada, dificulta mucho su búsqueda y facilita la
yatrogenia.
CASO CLÍNICO
Varón de 69 años, con antecedentes de cólicos nefríticos de repetición, calcemias y niveles de PTH elevados, es
diagnosticado de adenoma paratiroideo inferior izquierdo. Se decidió extirpar la glándula patológica a través de una
pequeña incisión en la cara lateral del cuello. Se identificó una estructura que macroscópicamente parecía una glándula
paratiroides aumentada de tamaño, se extirpó y se envió para estudio histológico intraoperatorio, siendo informado como
tejido adiposo, aunque la muestra había llegado muy deteriorada. Los niveles de PTH séricos 15
minutos después de la extirpación de esta estructura fueron 100 pg/ml (PTH preoperatoria 160 pg/ml). Se continuó la
búsqueda, no identificando más tejido paratiroide. Durante la disección se visualizó mucosa esofágica, lo
que indicaba una apertura accidental del esófago, suturándose la perforación con puntos sueltos. n el postoperatorio el
paciente comenzó con fiebre y salida de material purulento a través de la herida quirúrgica. Una radiografía de tórax
mostró un enfisema subcutáneo y una TC cervical objetivó una colección de 3 cm en el lecho quirúrgico, con trayecto
fistuloso hacia piel y contacto con el esófago, sugestivo de fístula faringoesofágica. Se drenó la colección a través de la
herida quirúrgica y se instauró nutrición parenteral durante 3 semanas. Una cine-radiografía con contraste no mostró
fístula faringoesofágica y se reinstauró alimentación oral sin incidencias.
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