ESOFAGUECTOMÍA MÍNIMAMENTE INVASIVA POR TORACOSCOPIA EN PRONO

 Purificación Parada González, Lucía Lesquereux Martínez, Andrea Castiñeira Piñeiro

 

INTRODUCCIÓN

La esofaguectomía por toracoscopia y laparoscopia ha atraido la atención de muchos cirujanos por las ventajas de la técnica mínimamente invasiva y la mejor visualización del campo operatorio. Sin embargo, se han comunicado múltiples complicaciones como fístulas cervicales, quilotórax y lesiones traqueales. Es una técnica compleja pero en centros especializados proporciona resultados favorables en cuanto a pérdida sanguínea, complicaciones postoperatorias, estancia hospitalaria, número de ganglios disecados e incluso en tiempo operatorio una vez superada la curva de aprendizaje. Para optimizar los resultados y reducir la morbi-mortalidad operatoria es imprescindible crear centros de referencia en este tipo de patología.

 

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Presentamos el caso de una mujer de 61 años de edad, fumadora desde los 20 años de 10 cigarrillos al día y bebedora moderada, con antecedentes de tuberculosis pulmonar tratada hace 30 años, dislipemia, hipertensión arterial e histerectomía por mioma. Consulta por disfagia progresiva de 4 meses de evolución sin otros síntomas digestivos ni síndrome general. La endoscopia digestiva alta muestra una lesión estenosante con mucosa friable entre 23 y 25 cm de la arcada dentaria. Las biopsias endoscópicas son positivas para carcinoma epidermoide. Siguiendo el protocolo habitual para el estudio de estadificación, se realiza ecoendoscopia en la que se objetiva lesión de aspecto infiltrativo con afectación de la capa muscular informada como una lesión T2 N0; en este estudio se identifican varias adenopatias perilesionales subcarinales menores de 1 cm y de aspecto benigno. Se realiza  TC  toracoabdominal, en el que se observa el tumor esofágico a nivel de la carina, de 2.8 cm de longitud, granulomas pulmonares calcificados y calcificaciones en adenopatias subcarinales y paratraqueales subcentimétricas que relacionan con enfermedad granulomatosa previa, sin visualizar metástasis a distancia. Se completa el estudio de extensión con un PET, donde únicamente se evidencia captación patológica a nivel del tumor. Con el diagnóstico clínico de carcinoma epidermoide de unión de tercio superior y medio de esófago en posible estadio T2N0M0 y tras discusión del caso en Comité Multidisciplinar, se decide cirugía directa con abordaje en 3 campos por toracoscopia en prono, laparoscopia y cervicotomía izquierda. Se realiza la esofaguectomía con linfadenectomía en dos campos, gastroplastia y anastomosis manual cervical. El postoperatorio transcurre sin complicaciones excepto atelectasia pulmonar inferior derecha que se resuelve con fisioterapia respiratoria. La anatomía patológica definitiva es informada como un carcinoma epidermoide de 2.5 cm de longitud T3N1 (infiltración de 1 ganglio paratraqueal derecho de los 21 aislados en total) por lo que se indicó quimioterapia adyuvante.

 

CONCLUSIÓN

La esofaguectomía mínimamente invasiva es factible, segura y oncológica aportando importantes ventajas al postoperatorio del paciente pero es una técnica compleja que debe ser realizada en centros de referencia por cirujanos expertos en técnicas mínimamente invasivas y cirugía esófago-gástrica. La posición en prono permite una mejor visualización y facilita el tiempo torácico.