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AUTOR/ES: Sandra Núñez, Pedro Trillo, Alberto Parajó, J. R. Sanz, David Iglesias, Marta Salgado, Nuria Iglesias,
Ramón Santos-LLoves, Santos Villar, Alejo Fernández-Muinelo, Francisco Gómez Lorenzo
INSTITUCIÓN: Complexo Hospitalario de Ourense. Servicio de Cirugía Plástica Marqués de Valdecilla de
Santander
INTRODUCCIÓN
Tras resección radical, los defectos pélvicos suponen un desafío para la reconstrucción quirúrgica. Para las regiones
vulvar y perineal se necesitan colgajos músculo-cutáneos bien vascularizados para rellenar el espacio muerto.
La utilización del colgajo músculo-cutáneo transverso de recto anterior (TRAM) pediculado con arteria epigástrica inferior
puede ser una buena herramienta en este tipo de cirugía.
MATERIAL Y MÉTODOS
Mujer de 37 años con antecedentes de epilepsia, condilomas vulvoperineales resecados, trastorno psicosocial, fumadora
y politoxicómana. Presenta una extensa neoplasia vulvar y perianal sobre lesiones de condiloma, filiada como carcinoma
epidermoide G1 sin enfermedad a distancia. Inicialmente se había desestimado cirugía radical y se realizó colostomía en
asa y radioterapia con dosis de 6480 cGy. Hubo respuesta parcial y presentó proctitis isquémica grave. Posteriormente
se derivó al servicio de Cirugía para un abordaje radical.
RESULTADOS
Mediante abordaje perineal, se practicó vulvectomía radical, proctectomía interesfintérica en bloque y colgajo TRAM, con
reconstrucción inmediata de uretra y remanente vaginal. En el postoperatorio presentó infección de herida abdominal y
pérdida del colgajo. A los dos meses fue reintervenida para cubrir el defecto perineal con colgajo de TRAM lateralizado.
Se dejó sonda uretral y un drenaje vaginal. En un segundo tiempo se practicó uretroplastia y vaginoplastia. El
postoperatorio fue favorable. Permanece sin recurrencia 16 meses después.
CONCLUSIONES
El colgajo TRAM puede usarse en reconstrucción vulvo-vaginal y del suelo pélvico con buen resultado y aceptable
morbilidad. Proporciona tejido no radiado, incluye un buen arco de rotación, disminuye el riesgo de herniación y reduce la
morbilidad sobre el sitio donante. En nuestro caso, el fallo del primer colgajo pudo estar condicionado por la suma de
tabaquismo mantenido y disminución de vascularización por la incisión central del mismo para reconstruir la vagina y la
uretra. Debe optarse por la plastia en un segundo tiempo. |
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