|
HOSPITAL CLÍNICO UNIVEERSITARIO DE SANTIAGO
GONZALEZ RODRIGUEZ, FRANCISCO JAVIER (1); BUSTAMANTE MONTALVO,
MANUEL (1); CONDE FREIRE, ROGELIO (1); FERNANADEZ, AQUILINO
(1); MARTINEZ, JORGE (1); PONTON LARREA, CRISTINA (1); LADRA
GONZALEZ, MARIA JESUS (1); MARTINEZ LESQUEREUX, LUCIA (1);
FLORES, ENRIQUE (1); ROJO, YAGO (1); VARO PÉREZ, EVARISTO
(1)
Introducción
Los quistes hepáticos congénitos son muy frecuentes
en la población con una incidencia del 5% que aumenta
con la edad y el sexo femenino. La mayoría de los pacientes
permanecen asintomáticos y no requieren tratamiento.
Si se asocian a una enfermedad poliquística renal el
pronóstico se relaciona directamente con la gravedad
de ésta última. Son consecuencia de la malformación
de la placa ductal embrionaria con formación de complejos
de Von Meyenberg (conductos biliares dilatados en un estroma
fibroso sin comunicación con el árbol biliar),
la producción de líquido por ese epitelio biliar
produce la formación de quistes.
Material
y métodos
Se presenta el caso clínico de una paciente de 74 años
con sensación de distensión gástrica,
dolor abdominal localizado en hipocondrio derecho y sensación
de plenitud gástrica temprana post-prandial de 2 años
de evolución en relación a una enfermedad poliquística
hepática gigante sin alteración de su función
metabólica. Se realiza una laparotomía subcostal,
destechamiento de los quistes y drenaje. La evolución
post-operatoria es buena siendo dada de alta a los 5 días,
encontrándose completamente asintomática tras
un periodo de seguimiento de 14 meses.
Resultados
Cuando el paciente refiere sintomatología, ésta
se relaciona con el grado de hepatomegalia que acompaña
a esta enfermedad (distensión abdominal, dolor, obstrucción
intestinal o biliar), se pueden producir complicaciones como
la hemorragia, ruptura, infección, hipertensión
portal o compresión de la vena cava. La transformación
maligna es muy rara pero se ha descrito.
La aspiración percutánea con escleroterapia
puede proporcionar cierta mejoría clínica para
los pacientes con lesiones que no son quirúrgicamente
accesibles o en pacientes no candidatos para la cirugía.
El destechamiento laparoscópico es el tratamiento indicado
en pacientes con pocos quistes y de gran tamaño, siendo
la técnica abierta apropiada para el resto de pacientes.
La ecografía intraoperatoria es esencial porque proporciona
datos sobre la profundidad del quiste y sobre sus relaciones
con estructuras vasculares y biliares. Dada la arquitectura
rígida de estos quistes y a su gran producción
de líquido ascítico puede ser necesaria la resección
hepática o incluso si existe insuficiencia hepática
el
trasplante.
Conclusiones
Los quistes múltiples hepáticos pueden formar
parte de una enfermedad poliquística compleja. Únicamente
aquellos pacientes con sintomatología o quistes complicados
necesitan un tratamiento quirúrgico.
|
|