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ALVITE
CANOSA, MARLÉN; ALONSO FERNÁNDEZ, LETICIA; SEOANE
VIGO, MARTA; LÓPEZ GARCÍA, SARA; PÉREZ
GROBAS, JORGE; BERDEAL DÍAZ, MARÍA; FERNÁNDEZ
BLANCO, CELSA; GÓMEZ FREIJOSO, CARLOS
CHU JUAN CANALEJO. La Coruña
Introducción
Los linfangiomas son un grupo poco frecuente de tumores benignos
de los vasos linfáticos. Propios de la infancia, el
40% se diagnostican en el primer año de vida y el 80%
antes de los 6 años. Se presentan generalmente en la
región de cabeza y cuello. Menos del 5% son intraabdominales.
Presentamos el caso de un linfangioma quístico abdominal
en una joven de 16 años.
Material
y métodos
Mujer de 16 años sin alergias medicamentosas conocidas
y con antecedentes de amigdalectomía. Acude a urgencias
por dolor lumbar izquierdo cólico de dos días
de evolución, sin náuseas ni vómitos,
no síndrome febril o miccional ni alteración
del hábito intestinal. El abdomen es blando, depresible
, con molestias a la palpación profunda en hemiabdomen
izquierdo sin defensa ni datos de peritonismo. Los análisis
de sangre y orina son normales. La ecografía demuestra
una gran masa quística en hipocondrio izquierdo con
septos en su interior sugestiva de linfangioma.
Resultados
El TAC abdominal evidencia la masa quística que se
extiende por epigastrio e hipocondrio izquierdo de unos 8-10
cm que engloba el estómago y contacta con el bazo y
el lóbulo hepático izquierdo, compatible con
linfangioma quístico.
En la intervención quirúrgica se aprecia una
gran masa quística de aproximadamente 12 cm de diámetro
máximo, de paredes muy finas y con adherencias laxas
a curvatura menor gástrica y lóbulo hepático
izquierdo. Se realiza exéresis de la masa liberando
las adherencias a estructuras vecinas y con apertura accidental
de la misma aspirándose 1,5 litros de contenido seroso.
Presenta evolución favorable durante el postoperatorio
siendo dada de alta al séptimo día.
El estudio histopatológico confirmó que se trataba
de un linfangioma quístico.
Conclusiones
El linfangioma es un tumor benigno de los vasos linfáticos,
poco frecuente y propio de la infancia. Menos del 5% son intraabdominales.
No produce un cuadro clínico típico, a veces
los síntomas se deben a la presencia de la masa quística
abdominal, que al crecer puede comprimir estructuras adyacentes
y provocan obstrucción intestinal, desplazamiento de
riñones, uréteres o de la vascularización
abdominal.
Otras veces los síntomas se deben a las complicaciones
como torsión del quiste o ruptura del mismo, con o
sin infección secundaria y peritonitis.
El pronóstico es bueno si la resección quirúrgica
es completa, pero puede recidivar si la resección es
incompleta, lo que ocurre con mayor frecuencia en los linfangiomas
que comprometen la raíz del mesenterio.
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