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ALVITE
CANOSA, MARLÉN; ALONSO FERNÁNDEZ, LETICIA; LÓPEZ
GARCÍA, SARA; SEOANE VIGO, MARTA; BERDEAL DÍAZ,
MARÍA; PÉREZ GROBAS, JORGE; DE LLANO MONELOS,
PEDRO; GÓMEZ FREIJOSO, CARLOS
CHU JUAN CANALEJO. La Coruña
Introducción
La presencia del apéndice vermiforme en el interior
de un saco herniario se denomina hernia de De Garangeot y
está descrita en el 1% de las hernias inguinales. Más
infrecuente es el hallazgo de una apendicitis aguda en una
hernia ( hernia de Amyand ).
La relación entre apendicitis aguda y hernia umbilical
incarcerada es una entidad rara con muy pocos casos descritos
en la literatura. El diagnóstico preoperatorio es excepcional
siendo la apendicitis aguda un hallazgo intraoperatorio.
Presentamos el caso de un varón joven con apendicitis
aguda en una hernia umbilical incarcerada.
Material
y métodos
Varón de 26 años de edad sin AMC y con antecedentes
personales de obesidad mórbida y hernia umbilical,
acude a urgencias por bultoma umbilical doloroso y no reductible
de 2 días de evolución acompañado de
dolor abdominal periumbilical y febrícula.
A la exploración presenta un abdomen blando, depresible,
doloroso a la palpación a nivel de bultoma umbilical
eritematoso y no reductible sugestivo de hernia umbilical
incarcerada.
La analítica demuestra leucocitosis con neutrofilia
y en la Rx de abdomen no se aprecian alteraciones.
Resultados
Se realiza intervención quirúrgica de urgencia
a través de incisión umbilical transversa evidenciándose
un saco herniario infectado conteniendo un apéndice
gangrenoso y perforado. Se realizó apendicectomía
reglada a través de la misma incisión y herniorrafia.
Durante el postoperatorio desarrolla infección de la
herida quirúrgica que evoluciona favorablemente con
curas.
Conclusiones
La presencia de una apendicitis aguda en el interior de una
hernia umbilical incarcerada es una entidad rara, en la que
prácticamente nunca se llega al diagnóstico
de certeza previo a la cirugía pero que ha de tenerse
en cuenta en el diagnóstico diferencial.
El tratamiento consiste en la apendicectomía, si es
posible a través del saco herniario, y la herniorrafia
de urgencia.
La mayoría de los autores no recomiendan el uso de
material protésico en defectos contaminados de la pared
abdominal por el alto riesgo de infección de la herida
quirúrgica.
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