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Trillo
Parejo, Pedro; Iglesias Diz, David; Domínguez Carrera,
José Manuel; Santos Lloves, Ramón; Octavio De
Toledo-Ubieto, José Maria; Doval Conde, José
Luis; Rodríguez Núñez, Roberto; Gómez
Lorenzo, Francisco José
Complexo Hospitalario de Ourense
Objetivos
El objetivo de nuestra comunicación es presentar un
caso de metástasis ganglionar inguinal procedente de
un carcinoma de vulva que necesitó de extirpación
radical y cobertura de piel. Como método de cobertura
se utilizó un colgajo pediculado procedente de la pared
abdominal y basado en el sistema de vasos perforantes que
existen en dicha zona anatómica procedentes de la arteria
epigástrica inferior. Presentamos la técnica
de una manera práctica, en un caso de metástasis
ganglionar de la región inguinal que afecta piel.
Material
y Métodos
Se trata de una paciente diagnosticada y tratada de un carcinoma
de vulva dos años antes. En dicho momento la paciente
rechazó la linfadenectomía inguinal bilateral
que se le indicó como tratamiento quirúrgico.
Es consultado al servicio de Cirugía para solucionar
su problema consistente en una gran masa ganglionar metastásica
en la región derecha. Se le oferta una cirugía
radical en el lado derecho y una linfadenectomía inguinal
en el lado izquierdo. La paciente acepta solamente la cirugía
de la gran tumoración derecha. La técnica empleada
consiste en una linfadenectomía inguinal radical del
sector femoroiliaco incluyendo la masa tumoral metastásica
inguinal. La zona operatoria queda con un gran defecto de
partes blandas que se cubre con un colgajo pediculado procedente
de la PARED ABDOMINAL, y nutrido por una perforante procedente
de la arteria epigástrica inferior.
Resultados
La paciente evoluciona de una manera lenta y tórpida.
A las 24 horas se arranca los drenajes lo que produce un gran
acumulo de linfa que se sobre infecta, dando lugar a una necrosis
de la piel de la herida de la linfadenectomía. En cambio
el colgajo permanece con coloración, temperatura y
aspecto excelentes. Es reintervenida para practicarla una
sutura secundaria de la región inguinal. Esta vez su
recuperación es rápida, produciéndose
un rápido proceso de cicatrización, y lo que
es más importante, permaneciendo invariable el colgajo
de la pared abdominal. Revisado al mes en consultas el resultado
es excelente.
Conclusiones
1 La cirugía oncológica de la región
inguinal debe ser agresiva para casos cómo éste,
no solo de los ganglios linfáticos, también
de aquellas zonas de piel que se puedan ver afectadas.2 La
pared abdominal es una excelente zona dadora de colgajos de
cobertura, no sólo de piel y tejido celular subcutáneo,
sino también de fascia y músculo.3 Las linfadenectomías
inguinales son intervenciones con gran índice de morbilidad,
sobre todo en forma de necrosis de piel.4 Todo cirujano de
partes blandas y/o pared abdominal debe tener en cuenta éste
tipo de coberturas.
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